Y después de colocarte implantes dentales ¿qué?

La cirugía para colocar implantes dentales es un procedimiento habitual con un altísimo índice de éxito. No obstante, como en cualquier otra intervención, puedes desarrollar complicaciones posteriores, en especial con una mala higiene.

La cirugía para colocar implantes dentales es un procedimiento habitual con un alto índice de éxito. No obstante, como en cualquier otra intervención, existe la posibilidad de desarrollar complicaciones posteriores. Conocer las posibles dificultades y tomar las medidas de prevención recomendadas puede ayudar a los pacientes a conseguir un resultado satisfactorio de la intervención de implantes. Una parte del éxito también depende del paciente

¿Cuáles son las posibles complicaciones de los implantes dentales?

En general, las complicaciones de los implantes dentales son bastante infrecuentes. Cuando se producen, algunas son más frecuentes que otras.
Osteointegración
Para que el implante tenga éxito, debe adherirse completamente al hueso maxilar. Este proceso se denomina osteointegración y tarda varios meses en completarse. La osteointegración puede fallar si la densidad ósea de la mandíbula es insuficiente o si el implante está sometido a demasiada tensión. Si el proceso falla, el implante puede aflojarse o caerse por completo.
Infección bacteriana
La boca humana alberga cientos de especies de bacterias, algunas de las cuales pueden causar infecciones. El lugar de implantación es vulnerable a la invasión de patógenos como éstos. Una infección de la zona quirúrgica puede causar dolor y síntomas sistémicos, como fiebre o escalofríos. También existe la posibilidad de que la infección llegue al torrente sanguíneo y se extienda a otras zonas del cuerpo. Una infección generalizada es más difícil de tratar y podría poner en peligro la vida.
Daño nervioso
Una intervención quirúrgica puede dañar nervios cercanos. En el caso de los implantes dentales, esto puede ocurrir porque el instrumental se acerca demasiado al nervio. El daño a los nervios puede ser permanente si no se trata de inmediato, por lo que los pacientes deben informar inmediatamente de cualquier entumecimiento de la boca o exceso de dolor.
¿Cómo pueden los pacientes prevenir las complicaciones?

Las personas que se someten a un implante dental deben informarse de lo que pueden esperar durante y después de la intervención para saber qué es normal y qué no. Cualquier imprevisto debe comunicarse lo antes posible. En caso de duda, es mejor hablar que callar y dejar que el daño empeore. 

Los pacientes con implantes deben recibir instrucciones para el cuidado de la zona quirúrgica en relación con su higiene y comportamiento. Los pacientes deben seguir estas instrucciones al pie de la letra, manteniendo la zona limpia y evitando ciertos alimentos según las indicaciones. Cada persona debe inspeccionar el lecho quirúrgico de acuerdo con las directrices proporcionadas. En particular, el paciente debe estar atento a los signos de infección, como enrojecimiento inusual, hinchazón, dolor y supuración de pus de la zona quirúrgica. El paciente también debe vigilar la aparición de signos sistémicos de infección.

El paciente debe controlar cualquier enfermedad existente que pueda afectar negativamente a la cicatrización, como la diabetes. Dado que el tabaco también puede interferir en la cicatrización al reducir el oxígeno de la sangre e irritar el tejido gingival, los pacientes deben dejar de fumar antes de la intervención de implante.

Si la densidad ósea es insuficiente para soportar un implante, es posible realizar un injerto óseo para reforzar la mandíbula. Tras el injerto, el hueso tarda varios meses en fortalecerse lo suficiente como para soportar un implante.

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